La llegada de un bebé supone un cambio importante en la vivienda, ya que hay que preparar una habitación específica para el nuevo miembro de la familia y acomodar una gran cantidad de accesorios (bañera, cambiador, parque, etc). Sin embargo, el verdadero problema surge conforme los niños van creciendo. Al comenzar a gatear y posteriormente a andar, los niños se sienten libres y comienzan a explorar todos los rincones de la casa, incluidos aquellos que pueden resultar muy peligrosos para ellos. Te damos 12 consejos para conseguir que tu hogar sea seguro para los niños.
- Elige muebles sin esquinas: las esquinas de las mesas y otros muebles resultan muy peligrosas, ya que los niños se las pueden clavar en la cabeza. Por ello lo mejor es elegir muebles con bordes redondeados. Si no, al menos se deben colocar protectores de goma en las esquinas para evitar el daño.
- Cierra el paso con barreras: las barreras protectoras son el mejor aliado para impedir que los niños accedan a ciertas habitaciones u objetos peligrosos como estufas. Este complemento es indispensable en casas con escaleras, para que no las puedan subir y bajar solos.
- Coloca una alfombra mientras aprenden a andar: una alfombra no sólo amortigua las posibles caídas, sino que quita la frialdad del suelo. Ya que los niños a menudo van descalzos, con una alfombra no se destemplarán. Eso sí, es importante que las alfombras que haya en la casa sean antideslizantes.
- Sustituye el mantel grande por unos individuales: los niños pueden tirar de las esquinas del mantel, provocando la caída de todo el menaje que haya encima de la mesa. Poniendo mantelitos individuales que no cuelguen se evitará el peligro de que le caiga en la cabeza un plato o vaso.
- Bloquea todo lo que se pueda abrir: cajones, puertas, armarios, tapa del váter… pueden pillar los dedos de los niños, ya que no saben controlar su apertura y cierre. Para evitarlo lo mejor es colocar tiras de seguridad en todos ellos. En el caso de las puertas, existen múltiples mecanismos para impedir que se cierren, tanto para las abatibles como para las correderas.
- Tapa los enchufes: suelen atraer el interés de los bebés por lo que, para evitar accidentes, hay que taparlos con protectores de seguridad. Tampoco hay que olvidarse de esconder bien los cables.
- Maximiza la seguridad en la cocina: la cocina es probablemente la habitación más peligrosa de la casa. Además de colocar cierres de seguridad en los cajones (sobre todo en aquellos donde hay cerillas, cuchillos o tijeras), hay que proteger a los niños de los electrodomésticos. Es recomendable colocar una barrera protectora delante de la vitrocerámica así como un protector de plástico en el cristal del horno para que no se quemen.
- Ancla los muebles a la pared: hay ciertos muebles que pesan poco y que son susceptibles de caer encima de los niños. Para evitar accidentes, ánclalos a la pared.
- Coloca alfombras o pegatinas antideslizantes en el suelo de la ducha. Para evitar golpes con el grifo, coloca protectores de goma.
- No pongas muebles cerca de las ventanas y protégelas con rejas.
- Guarda todos los medicamentos y productos de limpieza en un armario alto y, si puede ser, bajo llave. Así se evitará el peligro de envenenamiento.
- No te olvides del jardín: las zonas exteriores de la casa pueden resultar muy peligrosas, por lo que hay que identificar los riesgos e intentar minimizarlos. Se debe cerrar la puerta con llave para que no puedan salir y rodear la piscina con una valla perimetral, así como colocar un material antideslizante alrededor de la misma. No obstante, lo mejor para evitar accidentes es que los niños no salgan solos al patio o jardín.