La cortina de baño y la mampara son accesorios imprescindibles en cualquier casa, ya que es necesario contar con alguna de las dos para evitar que el agua llene toda la habitación cada vez que alguien se ducha. Elegir entre una y otra a veces no es sencillo, ya que ambas tienen ventajas e inconvenientes
Cortinas de ducha
Las cortinas de ducha tienen las siguientes ventajas:
- Ofrecen muchas posibilidades estéticas: las cortinas pueden tener múltiples colores y diseños que se adaptan a diferentes estilos. Por ejemplo, para un cuarto de baño infantil o juvenil se puede optar por motivos alegres y divertidos con muchos colores, mientras que para baños adultos se puede elegir entre alternativas más formales (rayas, cuadros, letras, estampados florales…).
- Son fáciles de instalar: tan solo hay que introducir los aros en los agujeros y colgar las cortinas en la barra. Ni siquiera hace falta perforar las paredes, ya que existen barras extensibles que se sujetan a presión. Se tarda apenas un minuto y se puede hacer sin ayuda de ningún profesional. Las mamparas, por el contrario, tienen que ser montadas por instaladores profesionales en la mayoría de los casos y además habrá que perforar la pared para instalarlas.
- Se pueden cambiar siempre que se desee, modificando la estética del baño.
- Son más cómodas para bañar a los niños: las cortinas se pueden retirar por completo para ayudar a los niños, mientras que algunas mamparas pueden dificultar esta labor.
- Se pueden limpiar fácilmente: la mayoría de las cortinas de ducha se pueden meter en la lavadora, lo que facilita su limpieza. No obstante, hay que comprobar este aspecto antes de comprarlas.
- Algunos modelos tienen incorporado un sistema antimoho.
- Coste: son mucho más baratas que las mamparas. Con el precio de una mampara se puede cambiar de cortina varias veces.
El principal inconveniente de las cortinas es que se estropean antes y se pueden romper. Además, la parte que permanece húmeda en la base (que tarda más en secarse) puede desarrollar moho y bacterias.
Mamparas
Las mamparas tienen las siguientes ventajas con respecto a las cortinas:
- Son más estancas: las mamparas contienen el agua mejor que las cortinas. Instalar una mampara es casi obligatorio en los platos de ducha, ya que están realizados a ras del suelo y resulta muy fácil que el agua se desborde. Este aspecto también es muy importante en caso de que la ducha sea de hidromasaje.
- Son más duraderas que las cortinas de baño.
- No se pegan al cuerpo: a veces las cortinas resultan incómodas porque cuando están mojadas se pegan al cuerpo. Con las mamparas esto no ocurre, lo que permite que la ducha sea más placentera.
- Mantienen la temperatura: aíslan más del frío que una cortina, incluso si los cristales no llegan al techo.
- Visualmente son ligeras y ofrecen un diseño limpio. Si se escoge una mampara transparente dará sensación de amplitud, por lo que resulta muy adecuada para baños pequeños.
- Hay una gran variedad de precios: aunque las mamparas son indudablemente más caras que las cortinas, existen varias gamas, materiales y diseños con diferentes precios.
El principal inconveniente de las mamparas, además de su alto precio y dificultad de instalación, es la limpieza. Las mamparas tienen algunas zonas de difícil acceso (carriles, gomas…) en las que, a la larga, se puede acumular moho y suciedad..
Por tanto, elegir entre cortina y mampara dependerá de las preferencias personales. Para una solución temporal lo mejor es la cortina, ya que es más barata y sencilla de instalar. Por el contrario, si lo que se busca es resistencia y un cerramiento más estanco, la mejor opción es la mampara.
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