Las rejas de las ventanas son un elemento de seguridad necesario en muchas viviendas, especialmente aquellas que se sitúan a ras de la calle. Si bien puede parecer que instalar rejas es algo antiestético, hoy en día existen múltiples opciones de diseño y apertura, lo que facilita su adaptación a cualquier vivienda. Te contamos por qué es necesario instalar rejas y qué tipos se pueden encontrar en el mercado.
Por qué instalar rejas
La principal razón por la que se instalan rejas en las ventanas es para proteger las viviendas ante posibles allanamientos. Aunque habitualmente se recomienda colocar rejas a los pisos que se sitúan a ras de la calle, en realidad todas las casas deberían tener rejas para evitar sustos. De esta manera, las ventanas podrán estar abiertas con total tranquilidad incluso si es de noche. No sólo evitan que un ladrón pueda colarse en la vivienda, sino también que alguien caiga por la ventana.
Por otro lado, las rejas también son un buen elemento de protección ante posibles daños externos, sean estos intencionados o no. Una reja puede evitar, por ejemplo, que un pelotazo rompa el cristal de la ventana, atravesándola. También puede servir para que no entren en el hogar animales como gatos o pájaros.
Asimismo, la estética puede ser otra razón para instalar rejas, aunque secundaria con respecto a la seguridad. Gracias a la variedad de los catálogos, hoy en día se pueden elegir rejas que combinen en estilo con el exterior de la casa, mejorando su aspecto.
Tipos de rejas según el material
Para fabricar las rejas se pueden utilizar estos materiales:
- Aluminio: por su ligereza y gran variedad de diseños y colores, es uno de los materiales más utilizados. Al no oxidarse fácilmente, dura mucho y su mantenimiento es reducido.
- Hierro forjado: es un material muy resistente que además aporta un estilo marcado a la vivienda, ya que se pueden elegir múltiples diseños. Para que dure más a la intemperie es recomendable galvanizarlo.
- Acero: es similar al aluminio, aunque su durabilidad y resistencia suelen ser mayores.
Tipos de rejas según su localización
- Interiores: colocadas en la parte interior de las ventanas para evitar que nadie pueda entrar. Son las menos comunes.
- Exteriores: se colocan en la fachada y son las más utilizadas.
Tipos de rejas según su instalación
En función de cómo estén instaladas y si se pueden abrir o no (y cómo), las rejas pueden ser:
- Adosadas al edificio: estas rejas son fijadas en las paredes del hueco de la ventana. Para integrar parte del enrejado dentro de los muros de la fachada es necesario hacer una pequeña obra. Son las más seguras contra los robos pero inhabilitan el uso de la ventana, ya que no se pueden quitar fácilmente.
- Embutidas en la ventana: son similares a las anteriores, pero en este caso no hay que realizar obra, sino que el enrejado se fija a la fachada con tornillos de seguridad.
- De ballesta (plegables): se pueden colocar como las adosadas o las embutidas, ya que hay que anclarlas al edificio. La diferencia con las anteriores es que se pueden abrir lateralmente, plegándose sobre ellas mismas. Se colocan en aquellas ventanas en las que es necesario abrir la reja con cierta frecuencia, como zonas de paso (p.ej. acceso a jardines) o ventanas que hay que abrir por completo (p.ej. las que dan a un tendedero).
- Abatibles: también permiten abrirlas con mucha facilidad, ya que están compuestas por una pieza rígida instalada sobre bisagras. Pueden tener forma de puerta o ventana y se suelen instalar tanto en ventanas de acceso a jardines como delante de las puertas principales.
- Desmontables: se pueden poner y quitar fácilmente por lo que su instalación no requiere ningún tipo de obra. Se suelen utilizar para evitar que los niños se caigan al asomarse a la ventana pero no son muy efectivas para evitar robos.
- Bandit: se pueden colocar tanto en vertical como en horizontal y se utilizan sobre todo para proteger las ventanas de los sótanos. Su principal ventaja es que pueden proteger las ventanas deslizantes, estén abiertas o cerradas.