El jardín es el lugar perfecto para descansar, comer al aire libre y disfrutar del sol. Para decorarlo se puede recurrir al paisajismo, aplicable tanto a jardines grandes como pequeños. La falta de metros cuadrados no es un obstáculo para lograr un determinado estilo, ya que se pueden adaptar las técnicas de jardinería de grandes parcelas a entornos más diminutos. Te damos algunos consejos para diseñar el paisajismo de un pequeño jardín.
Planificación del espacio
Antes de comprar cualquier material o planta, es importante pensar qué estilo se quiere seguir, para qué se quiere utilizar el jardín y cómo se puede organizar. Para ello es conveniente:
- Estudiar la parcela: tomando nota de las medidas, la situación de las ventanas y puertas, los caminos o zonas de plantación preexistentes… Una vez recabados los datos lo más adecuado es realizar un croquis para reflejarlos.
- Pensar en el uso que se le quiere dar al jardín: para elegir los materiales y la distribución de los mismos hay que saber para qué se quiere utilizar el jardín. No es lo mismo un jardín de relajación para leer que un espacio para celebrar grandes cenas.
- Analizar desde donde se ve: según si el jardín es de interior o está en la puerta de la casa y abierto al exterior, habrá que situar sus elementos en direcciones distintas. Si el jardín es cerrado deberá mirar hacia dentro mientras que, si se ve desde la calle, lo normal es planearlo de frente a la entrada.
- Diseñar recorridos: una vez delimitado el espacio de actuación hay que decidir por dónde se va a poder andar y de qué manera se van a separar los espacios.
Cómo aprovechar al máximo los jardines pequeños
El paisajismo de jardines pequeños no puede ser igual que el de grandes parcelas, ya que no se dispone del mismo espacio. Algunos consejos paisajísticos para aprovechar al máximo el jardín son:
- Crear distintas zonas : partiendo del croquis dibujado y de los usos que se le quieran dar al jardín, hay que dividir la superficie disponible. La zona de descanso, de mesa, de plantas… se pueden delimitar visualmente por su decoración o tipo de suelo. El trazado de las zonas nunca debe ser geométrico, sino irregular.
- Suprimir los caminos y senderos si es jardín es demasiado pequeño, ya que harán que parezca aún más reducido. Si se decide incorporar uno, es recomendable que sea cada vez más estrecho para que dé sensación de profundidad.
- Crear diferentes niveles dentro del jardín para que parezca más grande.
- Usar muebles ligeros para ampliar visualmente el espacio: no sólo importa el tamaño real del mobiliario sino también la sensación de amplitud que genere. Para que no parezca atestado, es recomendable situar el mobiliario al final del jardín en lugar de en el centro.
- Aprovechar el espacio vertical: si no hay suficiente espacio para llenar el suelo de plantas, siempre existe la opción de aprovechar las paredes para cubrirlas con celosías y plantas trepadoras.
- Escoger bien las plantas: el espacio reducido en el jardín obliga a seleccionar una vegetación que no sea excesivamente voluminosa. Por ello habrá que renunciar a grandes árboles y arbustos. Para las plantas trepadoras es recomendable elegir especies cuyas hojas no sean demasiado grandes ni invadan mucho espacio.
- Seleccionar los accesorios imprescindibles: para no llenar en exceso el jardín hay que pensar qué accesorios se quieren instalar necesariamente y cuáles no (una fuente, un jarrón…). No hace falta que los elegidos sean pequeños, sino que es mejor pocos y de un tamaño normal que muchos diminutos. Lógicamente estos adornos deberán escogerse de acuerdo al estilismo del jardín (rústico, zen…)
- Optar por colores claros: los colores neutros y claros dan mayor sensación óptica de amplitud. Esto se debe aplicar no solo a los muebles y textiles, sino también a las plantas.
- No utilizar césped o hacerlo en zonas muy puntuales.
- Añadir elementos sonoros basados en la naturaleza: pequeñas fuentes, campanillas, plantas sonoras… generan sensación de bienestar.