Hoy en día cada vez se apuesta más por las mamparas para los baños, independientemente de si hay ducha o bañera. Las mamparas dan sensación de amplitud y modernidad a los baños y son más higiénicas, ya que con el tiempo las cortinas de ducha van acumulando humedad y suciedad difíciles de eliminar. No obstante, las mamparas exigen un mantenimiento especializado, no sólo en términos de limpieza sino también de rodamientos.
Trucos para mantener a punto la mampara
Para facilitar la limpieza y evitar que la mampara se estropee es recomendable:
- Ventilar el baño después de cada uso: de esta manera se evita que aparezca moho.
- Secar la mampara después de cada ducha: al terminar la ducha es recomendable aclarar la mampara y después secarla con una espátula de goma.
- Revisar los perfiles de silicona y los burletes de plástico en busca de moho. En el caso de que haya salido no se deben usar estropajos duros (ya que rayan la mampara) sino soluciones más suaves.
- Aplicar un tratamiento antical: hoy en día se venden mamparas con un tratamiento antical, que repele las gotas y evita que se queden marcas. De esta manera se facilita su limpieza.
Cómo limpiar la mampara
Para mantener a punto la mampara lo más esencial es limpiarla con frecuencia, no sólo quitando las manchas y las gotas que afean el cristal, sino también eliminando los posibles restos de moho que puedan acumularse. La frecuencia de limpieza dependerá del número de personas que la utilicen y de la intensidad del uso, aunque es recomendable hacerlo al menos una o dos veces por semana.
Para limpiar la mampara se pueden usar productos específicos disponibles en los supermercados. No obstante, también se puede recurrir a métodos más ‘caseros’ aunque muy efectivos, como una solución de vinagre blanco y agua caliente o un poco de jabón neutro con agua tibia. En ambos casos se debe aplicar el producto con una gamuza o esponja suave y frotar en círculos. En el caso de las mamparas de plástico translúcido, lo mejor es utilizar amoniaco diluido en agua.
Si las manchas de cal se resisten, se puede añadir a la mezcla de vinagre y agua dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Después de aplicarlo con un espray, hay que dejarlo actuar durante 20 minutos y después retirarlo con un trapo húmedo.
Mantenimiento de los rodamientos
Además de limpiar de forma regular y exhaustiva la mampara, también hay que prestar atención a la estructura de la misma, cuidando que funcione lo mejor posible.
Una de las partes clave de las mamparas con puerta corredera son los rodamientos. De ellos depende que la mampara abra y cierre sin esfuerzo, por lo que hay que comprobar que rueden siempre correctamente. La acción del agua, la cal y los jabones provoca que estos rodamientos con el tiempo se atasquen, ante lo cual será necesario engrasarlos. Tradicionalmente se usaba vaselina para tal fin, pero hoy en día se venden lubricantes de silicona en espray que no dañan los metales, las gomas ni los plásticos. Este producto no gotea, se seca rápido y no deja restos, consiguiendo que la mampara vuelva a deslizarse como si fuera nueva.
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