El vidrio se ha convertido en un elemento imprescindible para la decoración, especialmente en oficinas y en hogares de estilo elegante y moderno. Las posibilidades para tratar este material son cada vez más variadas y por ello el uso de vidrios decorativos, como el lacado y el mateado, es cada vez más común. Te contamos en qué consisten y para qué utilizarlos.
Vidrio lacado
El vidrio lacado se obtiene al aplicar a una lámina de cristal incolora un recubrimiento de laca en una de sus caras. La cara pintada posteriormente se coloca pegada a la pared o el mueble que se quiera cubrir con el vidrio, dando así la imagen de cristal coloreado que mantiene la transparencia y el brillo hacia el frente. Para mejorar la durabilidad y adherencia de la pintura el vidrio ésta puede recibir un tratamiento térmico.
El vidrio lacado tiene múltiples posibilidades estéticas, ya que se puede pintar de prácticamente cualquier color. La variedad de tonos es tan amplia como el espectro de colores. El cristal lacado también es versátil en cuanto a su acabado (brillante, mate o santinado), ya que admite varios tratamientos (biselado, perforado, esmerilado…) y grados de transparencia, desde el traslúcido hasta el opaco. Además en un mismo vidrio se pueden escoger varios colores para crear diferentes diseños o dibujos.
El vidrio lacado se utiliza tanto en hogares como en locales comerciales y oficinas. Es ideal para superficies como puertas, frentes de armario o mamparas. También se puede utilizar para cubrir muebles (p.ej. mesas) o paredes, funcionando como sustituto de los azulejos en cocinas y baños. El uso del vidrio de colores aportará elegancia y modernidad al ambiente, además de una gran cantidad de luz, ya que refleja parte de la que absorbe.
Además de todo esto, en ocasiones este tipo de vidrios cuentan con una lámina adherente (igual que la de los vidrios laminados) a la que se quedan pegados los trozos cuando el cristal se rompe, maximizando la seguridad.
Vidrio mateado
El vidrio mateado es un tipo de vidrio decorativo que permite el paso de la luz dispersa pero cuyo efecto traslúcido no permite ver nítidamente imágenes a través del mismo. Este efecto se consigue al pulir el vidrio claro mediante la técnica del mateado, que puede ser:
- A la arena: técnica de grabado que se realiza mediante un chorro de arena, transformando el vidrio transparente en uno traslúcido o decorado.
- Al ácido: consiste en aplicar un ácido que disuelva una parte del vidrio. Al actuar los productos químicos en frío, no se alteran las propiedades físicas del vidrio.
En cualquiera de los dos casos la técnica del mateado se puede aplicar en vidrios simples, dobles o laminados y tanto sobre un vidrio transparente como de color. En este último caso, se realiza un diseño para conseguir el efecto mate sobre el color brillante del vidrio.
El vidrio mateado tiene una serie de ventajas, como la posibilidad de elegir entre diferentes niveles de privacidad, su máxima transición luminosa y su acabado sedoso. Además permite ejecutar cualquier dibujo o motivo, lo que maximiza sus propiedades decorativas.
Por otro lado, el vidrio mateado también destaca por su capacidad de preservar la intimidad, al ocultar todo lo que hay detrás. Es por eso que se utiliza para mamparas, puertas y ventanas de baños, separación de zonas en oficinas, puertas de muebles…
Si estás interesado en incorporar el vidrio a tu hogar, en GlassStyle son especialistas en realizar todo tipo de estructuras con este material (suelos, techos, paredes, mamparas…) Para cada una de ellas se puede elegir entre diferentes tipos de vidrio, incluidos el lacado y el mateado. Si tienes dudas sobre las propiedades y resistencia de estos vidrios puedes acudir a su exposición, situada en Av. Diagonal, 21, 08850, Gavà, Barcelona.