Pintar las paredes de casa es una tarea obligatoria que se debe llevar a cabo cada pocos años, ya que la pintura se va ensuciando por el roce de los muebles y el propio polvo. Contratar a un pintor para que lleve a cabo este trabajo puede ser algo caro, especialmente si la casa tiene muchos metros cuadrados y habitaciones. Sin embargo, existe la opción de hacerlo uno mismo para ahorrarse dinero algo que, aunque pueda parecer complicado, no lo es si se usan las herramientas adecuadas y se siguen algunos consejos.
Elección de pintura y herramientas
Seleccionar la pintura adecuada para cada caso es imprescindible si se quiere conseguir un acabado perfecto. La calidad y el tipo de pintura es tan importante como el color para lograr un buen resultado. Los tipos de pintura más frecuentes son:
- Plástica o látex: es una de las más comunes para paredes de interior, ya que es fácil de aplicar, no tiene olores desagradables, se seca rápido y permite limpiarla una vez que está seca. Además está disponible en una gran variedad de colores y acabados (satinada, mate y brillante). Puede ser:
- Acrílica: muy resistente a la humedad.
- Vinílica: es una buena opción para exterior, ya que resiste muy bien a la intemperie.
- Sintética: es la más resistente. Está indicada para cocina y baño y para las zonas de paso y puertas, que están sometidas a más roces y golpes.
- Antifungicida: existen algunas pinturas que evitan la aparición de moho y bacterias, por lo que son una buena opción para estancias donde la higiene es primordial.
- Ecológica: algunas pinturas se elaboran a partir de materias primas naturales y crean unas capas que permiten que las paredes traspiren, evitando desconchones causados por la condensación.
- Otras pinturas con acabados especiales: hay algunos tipos de pintura que dan un toque especial a la pared como la pintura de efecto oxidado, metalizado y pizarra.
Por otro lado, elegir las mejores herramientas para pintar también es muy importante. Si no se usa la apropiada, puede que la pintura no se extienda bien y queden marcas. Escoger herramientas de calidad permitirá cubrir mejor la superficie y ahorrar pintura, además de conseguir un mejor acabado.
La elección de la brocha adecuada (plana, redonda…) depende de la superficie que se vaya a pintar. Si se va a pintar una pared lo mejor es utilizar un rodillo, ya que facilita y aligera el trabajo. La única condición para usarlo es que la pared sea plana. Para pintar superficies también se pueden usar almohadillas de pintura, que son fáciles y muy prácticas de usar. Además del instrumento para pintar, es imprescindible tener una bandeja de pintura donde mojar y escurrir el rodillo o brocha.
Pasos básicos para pintar las paredes
A la hora de pintar las paredes conviene seguir los siguientes pasos para que el resultado sea óptimo:
- Quitarlo todo: no sólo los muebles sino también las tapas de luz, manillas de las puertas, clavos, etc. Si no se pueden colocar los muebles en otra habitación, habrá que reunirlos en el centro y taparlos con plásticos o telas antiguas.
- Cubrir el suelo: para evitar las manchas de pintura en el suelo, lo mejor es cubrirlo con papel de periódico o plásticos.
- Usar cinta de enmascarar: con ella se pueden cubrir los enchufes y delimitar las áreas que no van a ser pintadas, como zócalos, rodapiés o bordes de las puertas.
- Preparar la superficie antes de pintar: en paredes nuevas hay que quitar las impurezas y aplicar primero una mano de imprimación. Si la pared ya estaba pintada y tenía demasiadas capas es probable que tenga desconchones que habrá que quitar con espátula. Si hay grietas y agujeros, se deben tapar antes de comenzar a aplicar la pintura.
- Pintar de arriba abajo y con poca pintura: si también se va a pintar el techo lo mejor es empezar por él. Una vez que se vaya a pintar la pared conviene hacerlo de arriba abajo y, si es posible, sin parar en el medio. De esta manera no caerán gotas en la parte ya pintada. A la hora de pintar es importante iluminar bien la habitación para ver qué partes no han quedado bien cubiertas.
- Dejar secar: antes de volver a colocarlo todo en su sitio o dar una segunda capa de pintura es imprescindible que se haya secado. Para ello hay que esperar al menos 24 horas. También es recomendable revisar el resultado antes de que se haya secado por completo, por si hay que reparar algún defecto.