Cómo elegir muebles de baño

Elegir los muebles de baño más adecuados en ocasiones es complicado por la falta de espacio de esta habitación y los problemas derivados de la presencia de humedad. Por ello, hay que tener en cuenta una serie de aspectos y observar la distribución de los sanitarios y los elementos arquitectónicos antes de amueblar. De esta manera, se aprovechará mejor el espacio incluso si se trata de un baño pequeño.

Materiales

Los muebles de un baño deben estar preparados para resistir la humedad (que muchas veces se condensa en el aire tras una ducha caliente) y el agua que se salpica. Los muebles de madera pueden ser de aglomerado (más baratos), de MDF (madera de calidad media) o de madera maciza. En todos estos casos su resistencia a la humedad es menor que la de otros como el cristal, el metal y los plásticos.

También hay que pensar en los revestimientos de estos muebles. Los más adecuados son los sintéticos o sometidos a tratamientos antihumedad. Algunos de estos tratamientos pueden permitir que los muebles de madera no acaben estropeándose por la humedad.

Disposición de sanitarios y elementos arquitectónicos

A diferencia de otras habitaciones, cuando un baño está sin amueblar ya hay una gran cantidad de espacio ocupado por los sanitarios (ducha, lavabo, váter…). Su disposición habitualmente no se puede elegir, por lo que posteriormente hay que encajar el mobiliario en los huecos libres. La situación empeora si en el baño hay elementos arquitectónicos como columnas. Por ello es importante medir bien los huecos disponibles y pensar en la mejor manera de aprovecharlos antes de elegir los muebles.

Por otro lado, en el caso de los muebles que se colocan debajo del lavabo, hay que tener en cuenta que parte de su espacio interior se perderá porque en él se esconderán también el sifón y la tubería.

Uso del baño

En esta habitación, la funcionalidad debe estar por encima de la estética. Es importante que el mueble sea lo suficientemente espacioso para guardar todos los productos, pero también que deje hueco en la estancia para poder moverse con comodidad.

El tipo de mueble elegido dependerá del uso que se le quiera dar al baño. No es lo mismo un pequeño aseo de la planta baja en el que pueden entrar los invitados que un gran baño compartido por toda la familia. En el caso de los baños pequeños de cortesía, no se necesita un gran espacio de almacenaje, por lo que se puede primar el diseño y la decoración sobre la funcionalidad. Por el contrario, en los baños para toda la familia habrá que apostar por muebles de columna o un mueble-lavabo ancho para que haya suficiente espacio para los productos de todos.

Medidas

A la hora de medir el baño para colocar un mueble hay que tener en cuenta lo siguiente:

• Ancho: medir el máximo disponible teniendo en cuenta que no debe molestar al abrir las puertas ni obstaculizar el uso de otros elementos del baño.
• Fondo: la medida de la profundidad vendrá marcada por el espacio disponible en el centro de la estancia y el hueco necesario para moverse con comodidad. El fondo más habitual es de 45 cm aunque hay modelos de entre 35 y 50 cm.
• Altura del mueble: dependerá del tipo de mueble (columna, bajolavabo, suspendido, etc). En el caso de un mueble suspendido la altura es muy importante, ya debe resultar cómoda para todos los usarios del baño.

Color

A la hora de seleccionar el color del mueble hay que tener en cuenta el tono de los azulejos o la pintura de la pared y el suelo y decidir si queremos que destaque más o menos.

Otros aspectos a tener en cuenta

Con el objetivo de aprovechar al máximo el interior del armario, conviene decidir si queremos que tenga cajones, puertas o ambas cosas. Los cajones son útiles para guardar pequeñas cosas como peines, maquillaje o cortaúñas. Para los botes es mucho más práctico usar muebles con puertas y baldas bastante separadas.

Por último, si se va a colgar el mueble, hay que tener en cuenta si la pared y el sistema de fijación soportarán el peso que queramos meterle.