Cambiar la bañera por un plato de ducha es una obra habitual para ganar espacio en el baño y facilitar el lavado de personas con movilidad reducida. Hoy día existen multitud de opciones a la hora de instalar un plato de ducha, tanto en forma, como en materiales y alturas. Seleccionar la mejor opción dependerá de las necesidades personales así como del espacio y el presupuesto.
Elementos imprescindibles del plato de ducha
- Pendiente adecuada desde todos los puntos de su perímetro para que desagüe correctamente.
- Superficie antideslizante: una textura que impida escurrirse, evitando peligrosas caídas en el baño.
- Reborde de azulejo: para asegurar un perfecto sellado del espacio en el que se juntan la pared y el plato de ducha.
Junto a estos imprescindibles, conviene instalar una mampara para evitar llenar el suelo de agua cada vez que nos duchemos, ya que una cortina no es tan eficaz.
Tamaño y forma
Lo primero que hay que conocer a la hora de instalar un plato de ducha son las medidas del hueco del que disponemos, ya que la mayor parte de platos de ducha tienen medidas estándar.
Los platos de ducha pueden variar mucho en su extensión. Los hay cuadrados para ocupar poco espacio, con forma de cuarto de círculo para aprovechar las esquinas y rectangulares de distintas longitudes espacios más amplios. Algunos fabricantes pueden ofrecerse a construir los platos de ducha a la medida, forma y punto de desagüe deseados.
Tipos de platos de ducha según su instalación
Según la forma en la que se instalen en el baño existen esencialmente 4 tipos de platos de ducha:
- Platos de ducha sobrepuestos: colocados sobre el suelo, se instalan de manera más fácil y rápida. Su acceso supone un escalón de más de 5 centímetros de altura.
- Platos de ducha planos: similares a los sobrepuestos pero mucho más finos, con un escalón de acceso inferior a los 5 centímetros.
- Platos de ducha de obra: ofrecen un acceso a la ducha a ras del suelo.
- Platos de ducha encastrados: también ofrecen un acceso a ras del suelo.
Materiales
Los platos de ducha pueden ser:
- Cerámicos: son los más comunes y económicos. No amarillean y duran mucho tiempo. Sus inconvenientes son la dificultad de la instalación (puede romperse durante la colocación) y un nivel limitado de adherencia (conviene elegir uno que tenga cierta rugosidad). Su resistencia al rayado es alta.
- Acero esmaltado: están hechos con una chapa de acero esmaltado con un baño de porcelana. Ante un impacto puede saltar el baño de porcelana, pero su resistencia al rayado es muy alta. El mayor inconveniente es que el acero se puede oxidar.
- Acrílicos: compuestos por una capa externa acrílica y otra interna de fibra de vidrio o poliuretano. Estéticamente quedan muy bonitos, porque se pueden tintar con infinidad de colores y texturas. Su dureza y resistencia al rayado es alta y su tacto es cálido y antideslizante.
- De piedra natural (granito, mármol u otra de baja porosidad): entre los más utilizados están los de pizarra. La sensación durante el baño de estos materiales es muy agradable y son muy resistentes. Además son altamente antideslizantes. Existe también la opción de instalar platos de ducha elaborados con resinas y recubiertos con pizarra artificial. Su único inconveniente es la limpieza, ya que se pueden producir manchas difíciles de quitar.
- De resina: los más demandados actualmente. La mayoría están fabricados con una combinación de materiales minerales y resinas como poliéster. Resultan elegantes y muy estéticos, son ligeros y duraderos. Además sus suelos son de los más antideslizantes.
En Mobagres, empresa granadina especialista en baños, podrá encontrar una gran variedad de platos de ducha y materiales. Sus profesionales le informarán sobre las mejores opciones en función de sus necesidades y espacio. Puedes encontrarlos en Av. Andalucía s/n, 18195 Cúllar Vega, Granada y en su web, desde la que se pueden realizar pedidos.