Interiorismo y decoración son dos palabras que parecen significar lo mismo y que a menudo se usan de forma intercambiable, porque ambas están relacionadas con el diseño de espacios. Sin embargo, significan cosas diferentes y, aunque tienen muchas similitudes, los cometidos de un interiorista y de un decorador no son exactamente los mismos.
La principal diferencia entre interiorismo y decoración es que el primero transforma espacios para cumplir una serie de necesidades mientras que el segundo, sólo se dedica a modificar a partir de espacios ya existentes. Es decir, el interiorista se encarga de elegir materiales, modificar instalaciones y distribuir un interior (colocando, moviendo y eliminando paredes). Crea un nuevo espacio. Por su parte, el decorador viste el espacio ya creado y lo reorganiza para conseguir un ambiente determinado. No obstante, el objetivo de ambas profesiones es el mismo: aprovechar al máximo las posibilidades de un espacio, potenciando las ventajas de la estancia y disimulando o eliminando sus desventajas.
interiorista versus decorador
Un interiorista debe tener conocimientos arquitectónicos, ya que estos le ayudarán a entender la estructura de cualquier edificio. Su labor es gestionar el espacio, realizando un diseño que responda a las necesidades y preferencias de los clientes. Sus objetivos han de ser optimizar la estructura y pensar en su funcionalidad más allá de la estética. Además debe supervisar cualquier trabajo que requiera la modificación de las paredes o cambios en el sistema de iluminación.
Por su parte, un decorador llevará a cabo su trabajo una vez que esté terminada la estructura interior del edificio. Partiendo del tratamiento superficial de un lugar lo transformará para conseguir un ambiente o estilo. De un decorador depende la elección del mobiliario, los accesorios, pinturas, textiles, lámparas, etc. Su función principal es aportar valor estético a los espacios interiores usando la creatividad.
El paisajismo
Otra profesión relacionada con el diseño de espacios es el paisajismo. En este caso lo que hace un paisajista es, de forma básica, dar forma al paisaje. Un paisajista sería algo así como un arquitecto del paisaje, que planifica diseños urbanos y rurales. Para ello modifica las características visibles, físicas y anímicas de un espacio.
El paisajismo también puede ser considerado como el arte de decorar parques y jardines. No es una profesión moderna sino que, a lo largo de la historia, ha sido practicada por diferentes culturas que buscaban otorgar significados y estéticas a la configuración del paisaje. Es por eso que, en algunos monumentos (como p.ej. muchos de los palacios del Renacimiento), los jardines son un elemento más del patrimonio histórico, y por ello se conservan y cuidan de acuerdo a su diseño original.
Aunque el paisajismo se utiliza principalmente para diseñar grandes parques y jardines, también es posible aplicarlo al jardín de una casa e incluso a una terraza. De hecho, el paisajismo no sólo implica a elementos naturales como flores y plantas sino también incluye a los muebles de jardín, las tonalidades de los textiles y la iluminación del espacio. Todos estos elementos están presentes en cualquier jardín aunque sea de escasas dimensiones.