Cuando hablamos de ese rincón de casa dedicado al estudio solemos pensar en el cuarto de los niños, en el que una tarima, una silla con ruedas y un flexo acogen a los peques en sus ratos de deberes y tareas escolares. Pero un rincón de estudio es mucho más. A lo mejor has decidido comenzar a escribir un blog, estás haciendo una tesis, o, simplemente, te encanta teclear el ordenador con la ilusión de que esa pantalla en blanco llegue a ser un best seller. Cualquiera que sea el motivo, tener un espacio de trabajo nos facilita muchas tareas intelectuales. Pero, ¿cómo debe ser ese rincón? ¿Qué luces son las más adecuadas? ¿Hay modas y tendencias en su decoración? Aquí te damos todas las pautas.
Comencemos centrándonos en los niños. Lo ideal es que su espacio para estudiar y hacer los deberes esté en su habitación. Para ello, debemos evitar recargarla de juguetes y objetos que los distraigan. La mesa, ya sea tal o una balda con patas, debemos intentar situarla lo más cerca de la ventana para que reciba luz natural, pero no directamente con vistas a la calle, porque seguro que pasa algo en la vía que les sirve de distracción. Para los adultos podemos buscar ubicación casi en cualquier estancia del hogar. Especialmente si no tenemos menores en casa que no nos vayan a dejar trabajar con tranquilidad, el rincón de estudio y/o trabajo podemos buscarlo aprovechando espacios muertos…una rinconera a la que no le damos utilidad, aprovechando huecos entre dos columnas o bajo la escalera, o apoyando el escritorio sobre la trasera de un sofá podemos separar espacios. Piensa en zonas de la casa a las que no les estás dando uso, pero te ofrecen múltiples soluciones. Por ejemplo, el recibidor. Es buena opción, si las dimensiones te lo permiten, usarlo a modo de escritorio, ubicando en el mueble de entrada un ordenador, unas estanterías laterales para papeles y una lámpara; una silla de diseño acorde al resto de la decoración completa el conjunto. También puedes colocar tu rincón de trabajo en una terraza acristalada. Vas a tener luz natural, puedes mantener el espacio de recreo y relax, y vas a darle uso a ese lugar.
En cualquier caso, lo que debes tener en cuenta es que el tamaño no importa. No todas las viviendas pueden disponer de una habitación grande destinada a despacho, porque, ya de por si, no todas las viviendas son grandes. Por eso, lo principal es el orden. La mesa de trabajo debe disponer de almacenamiento en el que ubicar cada cosa para que siempre tengamos a mano lo que vamos a necesitar. Si el espacio es muy pequeño, para no recargar visualmente, podemos optar por dos soportes y un cristal para crear la mesa, de esta forma damos sensación de amplitud a la estancia.
Pero no solo hablamos de la ubicación y disposición de la mesa y la silla que, por supuesto, deben estar a una altura adecuada para facilitar el trabajo – que en ocasiones será durante horas- sino que también tenemos que cuidar la decoración.
Y es que si el espacio en el que tenemos el rincón de estudio y trabajo lo complementamos con colores suaves, como blanco o verde claro que ayudan a la concentración, estaremos consiguiendo hacer de nuestras horas de ocupación unos momentos agradables. Podemos completar la estancia con plantas, algún objeto de recuerdo, incluso un panel con fotografías de momentos felices que nos ayuden a descansar unos instantes y, a la vez, nos sirvan de inspiración. No podemos olvidar una pizarra o un corcho donde anotar las tareas y las fechas de entrega, para que no se nos escape nada.
En cuanto a la iluminación, depende del tipo de despacho o lugar de trabajo. En caso de habitaciones de niños, mejor una lámpara- flexo que se pueda orientar hacia las tareas…un detalle a tener en cuenta, si el niño o la niña es zurdo, la lámpara debe quedar a la derecha y al contrario si es diestro. Para despachos de adultos, podemos colocar sobre los escritorios alargados lámparas de la misma longitud, de manera que aporten una luz completa, cenital y diáfana. También podemos elegir lámparas colgantes que iluminan todo el espacio general aunque también centran la luz en zonas determinadas. Pero, al igual que en los espacios para niños, no puede faltar un flexo que se regule en altura y se dirija hacia el punto de trabajo, sobre todo si se trata de estudio o de tareas que requieren una mayor concentración. Aquí encontramos multitud de diseños, ya sea de brazos articulados o rígidos pero con la pantalla movible, minimalistas, clásicos o retro…
Para rematar bien un rincón de estudio o un despacho no puede faltar una –o varias- estanterías. Estas pueden alternar espacios abiertos, con otros cerrados, con puertas; pueden colocarse a distintas alturas, ser simples baldas…podemos jugar también con la iluminación o con los colores de la estantería. Estos espacios, además de cumplir con su finalidad de ordenar y almacenar libros, archivadores y todo tipo de documentos, también nos ayudarán a decorar y adornar el despacho o el espacio de estudio. Así, cerámicas, macetas, jarrones o fotografías…lo importante es mantener el orden, especialmente si la estancia es pequeña, para que no haya sensación de agobio ante la acumulación de papeles y libros.
No olvidemos que el rincón de estudio o el despacho es un lugar de trabajo. De hacerlo agradable va a depender que el resultado de nuestra tarea sea excelente.