Como en el resto de zonas de una casa, los pequeños detalles son los que al final marcan la diferencia. Estos consiguen que un espacio común, pase a tener ese encanto especial y único, que nos define y con el que nos sentimos más cómodos. ¿Con qué estilo te identificas?
Muchas veces, la belleza está en pequeños detalles, más que en la acumulación de cosas. Por esto los accesorios deben elegirse para ensalzar el espacio exterior de la vivienda, sin caer en el error de sobrecargarlo.
Para los amantes del color, los cojines en el suelo, las maderas envejecidas, los farolillos, las cortinas y alfombras coloridas… Lo suyo es el estilo ‘hippie-chic’. Este estilo tan de moda trata de crear espacios relajados y muy vivos, con muchos detalles, cada uno de ellos de colores alegres y diferentes.
Cuando se busca decorar la vivienda con estilo romántico, la mejor opción son los muebles de forja, con asientos mullidos y cojines. Todos ellos en tonos suaves, y añadiendo velas o luces tenues y modulables.
Conseguir una terraza de estilo chil out es muy sencillo, basta con apostar por el blanco, muebles de madera, algunos puffs, muchos cojines y si se tiene espacio… Una buena cama balinesa.
En cambio, cuando el espacio es escaso, lo importante es aprovecharlo y añadir sólo lo justo. Por ejemplo, puede apostarse por poner dos silloncitos, o una pesa con un par de sillas para disfrutar de veladas más íntimas. Para estos casos son muy útiles los muebles plegables o multifunción, que pueden apartarse fácilmente para tender, tomar el sol o simplemente, charlar de pie con los amigos.
Además de una buena lámpara, otros focos de luz siempre aportan un toque especial. Por ejemplo, puede añadirse alguna guirnalda de luces cálidas, lámparas solares, botellas llenas de leds, o farolillos de diversos tamaños en los que meter velas aromáticas o antimosquitos.
De igual manera, puede ser una buena idea adquirir un menaje especial para la terraza, con los colores y materiales que mejor combinen con su estilo. Y cómo no, una pequeña barbacoa portátil, o algún electrodoméstico como una plancha eléctrica, un pequeño frigorífico o enfriador, dispensadores de limonada, o cubos para las bebidas…
Al final lo importante es conseguir una zona que se adapte tanto al espacio, como a los gustos y necesidades de cada familia.