A partir de ahora llega el momento de disfrutar de los espacios al aire libre y toca ponerlos a punto y acondicionarla con los muebles adecuados.
Aunque esta zona de la casa queda en segundo plano durante el invierno, en primavera y verano se convierte en la gran protagonista. ¿A quién no le gusta empezar un día con buenas vistas o cenar al fresquito? La terraza pasa de ser punto casi invisible de la vivienda, al lugar en el que todos desean pasar su tiempo libre. Por ello, ahora es el momento perfecto para pensar cómo decorarla, si es necesario hacerle alguna reforma, renovar los muebles o cambiar la iluminación.
Divide y vencerás
El secreto para dar vida y estilo a la terraza, es pensar en este espacio como si se tratase del salón; una zona en el exterior en la que estar a gusto. Lo primero es dividir las distintas áreas que queramos recrear, tantas como necesidades y sitio tengamos.
En una terraza, la distribución siempre debe hacerse buscando que el espacio quede lo más despejado y abierto posible, con superficies que transmitan tranquilidad, orden y relax. No sólo se tienen que ubicar los muebles, lo importante es crear un espacio que se adapte a ellos.
Otro aspecto importante es tener presente la orientación de la terraza. El sol puede ser muy agradable, pero en su justa medida. Los días de mucho calor puede resultar un incordio, pero también hay que tener presente que en invierno es fundamental para aprovechar el calor que se puede producir a través de las ventanas. Por eso debe valorarse cómo cada decisión repercute en todo el conjunto de la vivienda.
Puede definirse un espacio para comer, con una mesa que resista a las inclemencias del tiempo, sillas, bancos y una buena lámpara para dar luz a las veladas más inolvidables del verano; una zona dedicada al almacenaje, en la que guardar menaje, juguetes, manteles o herramientas; un área para descansar, íntima y confortable, con tumbonas, hamacas, sillones bajos…
Y si después aún se tiene la suerte de disponer de más espacio, puede añadirse una zona verde, o complementar cada ambiente con plantas o árboles diversos. El toque colorido de la naturaleza siempre aporta encanto y magia a cualquier parte de la casa.