Parejas, solteros, con muchos niños, con perros y gatos, con bebés y mascotas, sin bebés pero con adolescentes… Existen infinidad de tipos de familia. Y si algo está claro, es que cada una de ellas tiene unas necesidades diferentes en su hogar.
En el caso del sofá, esta premisa se cumple con creces. Porque, por mucho que llevemos toda la vida soñando con un Chester antiguo, quizá los trotes de nuestros hijos y las zarpas de nuestras mascotas no piensen que se trata de la mejor elección.
¿Buscas un sofá que se adapte a ti y a tu estilo de vida? ¡Te damos las claves!
Qué tener en cuenta antes de elegir un sofá
Comprar un sofá no es cualquier cosa. Además del desembolso económico que supone, elegir un tipo u otro cambiará por completo la habitación donde se encuentre. Pero dada la amplia oferta que existe en este sector, y teniendo en cuenta los siguientes consejos, elegir el sofá ideal nunca ha sido tan fácil.
Piensa en la función que tendrá el sofá
La zona en la que se ubique el sofá dice mucho del uso que se el vaya a dar de él. Por lo general, los sofás y sillones del salón son los que más ajetreo viven, y también los más susceptibles a deteriorarse antes. Por esto, en estas estancias conviene elegir tapicerías más resistentes, especialmente si vivimos con niños o mascotas.
En el sofá de la biblioteca o el despacho, esto cobra menos importancia, por lo que son estos los sofás con los que más podemos arriesgar en estilo. Ya que es habitual encontrar sofás preciosos de diseño, pero poco prácticos en su uso habitual.
También el precio puede variar teniendo en cuenta el uso del sofá. Si se quiere para uso esporádico, puede elegirse una pieza más económica y menos duradera como los sofás con armadura de madera. Mientras que si su uso será diario, mejor invertir un poco más en calidad.
¿Qué tamaño es el adecuado?
Esto dependerá mucho de lo tan grande o pequeña sea la habitación y de las personas que vayan a sentarse en él más a menudo.
Cuando hay poco espacio, lo mejor es elegir piezas más ligeras y en colores claros que aporten amplitud. A estos podemos añadirle sillones o asientos auxiliares como puffs.
Si se cuenta con un salón más amplio, puede elegirse un sofá en forma de L o con rinconeras, que aportan una aire más moderno que los típicos 3+2. Con estos últimos además, perdemos el espacio del rincón (aunque puede aprovecharse para colocar una pequeña mesita).
Otra opción son los tan demandados sofás chaise longue, que permiten una postura muy cómoda y una imagen muy actual. No obstante, quizá no sea el más adecuado si la familia es grande, ya que en la zona más alargada del chaise longue el respaldo suele ser más bajo e incómodo.
Algo a tener en cuenta, es que un respaldo cómodo suele medir unos 85cm, por lo que deberemos tenerlo en cuenta si tenemos una ventana u otro objeto colgado en la pared que no queramos tapar.
Medidas por plazas
Los sofás que disponen de tres plazas miden aproximadamente dos metros de largo, aunque depende de la anchura de los apoyabrazos. Los de dos plazas bajan al metro ochenta, o al metro sesenta y cinco. Si pasamos a los de cuatro plazas, que sea porque la zona mide más de cuarenta metros cuadrados, ya que de otra forma el sofá saturará demasiado la estancia.
Cuando lo importante es la comodidad
El relleno de los almohadones definirá el tipo de sentada de un sofá. Los sofás rellenos de espuma tardarán más o menos tiempo en deformarse dependiendo de la densidad, aunque suelen ser duraderos y resistentes. Además, se trata del relleno más económico. Aunque cabe decir, que suelen ser algo duros y poco adaptables.
En el otro extremo se encuentran las plumas como material más caro. A pesar de su precio, suelen deformarse y apelmazarse con el tiempo.
Por su parte, los rellenos sintéticos están elaborados a partir de látex antialérgico, que además es impermeable y no se deforma con facilidad. Lo que lo hace perfecto para mantenerlo aseado durante más tiempo en ambientes con niños y animales.
La placa Soft es un tipo de goma espuma que se acopla temporalmente al contorno de la figura, y que al cabo de unos segundos vuelve a su posición inicial. Son una de las mejores opciones ya que este material tiene un tiempo de vida útil muy largo; siempre y cuando no soporte cargas muy pesadas durante mucho ya que pueden provocar deformaciones en la placa.