En una vivienda la decoración de las paredes es el toque definitivo, hay opciones para todos los gustos, desde no colgar nada siguiendo un estilo minimalista y sencillo, optar por grandes cuadros que descansan en el suelo o llenarlas de infinidad de marcos con pinturas, fotografías, estampas o paisajes. En el caso de que te decantes por esta última opción, encontrarás muy divertido el adornar cada pared como si de un mosaico se tratara. Las fotografías dan vida y personalidad al hogar, lo hacen único e irrepetible. Además aportan alegría al recordarnos todos los momentos vividos.
Los marcos son un complemento más, pero elegidos y combinados con originalidad e imaginación cobrarán protagonismo por sí mismos. Sus distintos tamaños, formas, estilos, y colores, marcarán la diferencia creando un espacio único y particular, elegante, divertido o transgresor.
Dependerá de nosotros su orientación, si preferimos colgarlos en la pared, sobre un mueble o una estantería. Aquí te avanzamos algunas de las disposiciones que puedes elegir, pero hay tantas como quieras. En distintas webs de DIY puedes encontrar miles de ideas para incluso diseñar tus propios marcos y luego organizarlos siguiendo distintos patrones: circular, rectangular, en espiral,… Cada mosaico tiene infinidad de combinaciones y puedes ir cambiándolo a tu gusto logrando así con pequeños cambios redecorar tu casa.
El exceso siempre es malo, no hay que caer en el error de atestar todas las paredes pero sí permitirnos licencias y sorprender dando un toque distinto que además es tendencia. Rescatar aquellos viejos marcos olvidados en algún cajón, juntarlos y dejar que contrasten entre sí, nos dará un resultado mucho mayor y mejor que si los colocáramos en solitario.
Deja volar tu imaginación. Puedes elegir marcos de diferentes estilos y tamaños en los que poner espejos, láminas, fotografías… Tenemos que conseguir crear composiciones muy originales que sorprendan.
Cual espacio es propicio para este juego de combinaciones. En el recibidor van muy bien los espejos, en el salón elige una pared para este juego de figuras geométricas, no abuses cargando todas las paredes porque al final quien lo vea se sentirá abrumado y no se fijará. En el dormitorio ya no lleva tener un solo cuadro de gran tamaño encima del cabecero, rompe y apuesta por composiciones con varios marcos o si tiene espacio dedica una pared para dedicarla a una composición con tus mejores recuerdos, fotos de tus hijos, sobrinos, amigos,… al despertar te cargarás de energía al contemplarla.