La restauración de un mueble es una tarea muy gratificante si eres meticuloso y paciente. Requiere tiempo recuperar una antigua cómoda, un lavabo, una mesa o un armario. En este artículo nos centramos en los trabajos en madera, pero hay técnicas para mejorar la imagen de cualquier objeto antiguo o roto.
Estas labores enganchan y para muchos se convierten en un hobby, cuanto más tiempo y esmero le dedicas más te gusta el resultado y donde antes veías un muebles destartalado pasarás a descubrir un mundo de posibilidades. Hay técnicas muy depuradas para los expertos, en este artículo hacemos una primera toma de contacto para los aficionados.
Para empezar hay que realizar una valoración de la calidad de la madera, el estado y las posibilidades de recuperación. Si lo tienes claro y quieres darle un nuevo aire, necesitarás algunas herramientas como destornilladores, lijas, brochas, estropajo, espátula y una buena pintura.
Para restaurar el mueble como será una tarea que te llevará tiempo lo ideal es hacerlo con en tu taller pero si no tienes ese espacio busca un lugar seco en el que puedas trabajar cómodamente. Algunas fases las puedes realizar al aire libre pero sobre todo para el momento del tratamiento de insectos y la pintura tendrás que hacerlo en un espacio interior.
Para empezar límpialo a fondo con un paño húmedo.
En el caso de que haya sido atacado por la carcoma o las termitas, viene un paso muy importante.
Los principales insectos que atacan los muebles de madera son la carcoma y las termitas.
En el tratamiento deberemos aplicar el producto anticarcoma abundantemente, con un pincel o brocha tanto dentro como fuera del mueble. A continuación envuélvelo con plástico durante varios días para que actúe el producto, sigue las indicaciones del fabricante.
En el caso de las termitas, hay sanear la madera atacada, sustituir las piezas muy dañadas e inservibles, matar las termitas y procurar una ubicación sin humedad para que no se vuelva a ver afectado el mueble.
Una vez hemos eliminada la carcoma, pasamos a la siguiente fase quitar los herrajes (clavos, tiradores, embellecedores, etc…).
En algunos casos los herrajes pueden estar fijados con tornillos y en otros clavados. Es fundamental emplear las herramientas apropiadas para quitarlos.
Los muebles presentarán daños por el paso de tiempo.
Si se trata de pequeñas fisuras aplica masilla o cera natural. Si alguna puerta está descolgada, cambia la bisagra o si los cajones no se deslizan límalos un poco.
Una vez hechos estos arreglos, la siguiente fase es el decapado. Se puede realizar con pistola de aire caliente, con espátula, con decapante o con estropajo.
Según el tipo de mueble se elije una técnica u otra y en función del estado de las lacas o barnices.
Encolado, sustitución de maderas, piezas, etc…
Cuando esté limpio de insectos y decapado hay que restaurar las partes dañadas. La regla es siempre conservar sin dañar por lo que si es necesario hay que acudir a un profesional para restaurar alguna parte, arreglar una grieta,…
Una vez que está arreglado, viene la fase de lijado para pasar a continuación a la pintura y decoración. El proceso de lijado requiere ser muy cuidadosos para no dañar la madera. A continuación hay que limpiarlo bien. Si quieres blanquearlo hazlo en un espacio interior porque al aplicar cloro, ácidos o agua oxigenada puede amarillear si le da el sol.
Una vez hecho todo este trabajo viene la parte más divertida, darle de nuevo color. En una primera mano le aportar los tintes, después se lija con un grano fino y por último se pinta.
La parte fina es la colocación de nuevo de los herrajes una vez limpios. Para ello, puedes utilizar vinagre, detergente, estropajo de acero y barniz antioxidante.