Apuntarse al ‘gym’, leer más, aprender un idioma, viajar… Estos propósitos de año nuevo están muy bien. Pero, ¿qué ocurre con ese baño que tantas ganas tienes de renovar o reformar?, ¿con poner una mampara de vidrio, cambiar la bañera por un gran plato de ducha o mejorar su iluminación?
Renovar un cuarto de baño a menudo puede ser una tarea que requiere de una gran planificación, de ahí que suela dejarse pasar el tiempo sin hacer nada al respecto. No obstante, el comienzo de un nuevo año puede convertirse en el momento perfecto para dar el gran paso y cambiar el baño de una vez por todas.
¿Por dónde empezar a renovar el baño?
Antes de hacer cambios en un cuarto de baño, conviene no pasar por alto algunos factores importantes. Hacer una planificación previa es fundamental para que la reforma sea exitosa y funcional en el tiempo.
En primer lugar, tener claro quién utilizará el baño, ya que de ello dependerá en gran medida el tipo de materiales que se escojan o la estructuración de la estancia.
También hay que tener en cuenta si se trata de un cuarto de baño compartido, o si se encuentra dentro de un dormitorio. Y después de analizar todo esto, el siguiente punto será decantarse por un estilo decorativo, lo que facilitará la búsqueda de productos y combinaciones a juego.
Finalmente llega el momento de fijar un presupuesto y comenzar con el proyecto ajustándonos a la cantidad fijada.
¿Cómo renovar el baño con poco presupuesto?
A menudo deseamos cambiar el aspecto del baño y darle una imagen renovada pero no contamos con mucho presupuesto para ello. En estos casos también es posible estrenar cuarto de baño en el 2019.
Cambia pequeños detalles
A veces cambiando los textiles y otros pequeños accesorios, conseguimos modificar un baño sin gastar mucho dinero en ello. Podemos colocar nuevas cortinas, cambiar las toallas, o la alfombrilla, junto a otros elementos como la papelera, el toallero o el vaso del cepillo de dientes.
Con estos pequeños cambios podremos salir de la monotonía y cambiar la imagen del cuarto de baño acercándola más a nuestros gustos y necesidades.
Además, dependiendo de los colores o materiales elegidos, podremos ganar luminosidad, elegancia o modernidad.
Modifica la iluminación
Algunas de las tareas que llevamos a cabo en el cuarto de baño requieren que la iluminación sea la adecuada. Tanto para asearse, como para relajarse, es conveniente que sepamos adaptar la fuerza y el color de la luz, así como aprovechar al máximo la luz natural.
Una opción es cambiar las bombillas por otras de tipo LED, que además permiten un mayor ahorro de electricidad. También podemos optar por añadir más puntos de luz o evitar que la luz que haya nos haga sombra en el rostro mientras nos aseamos.
Aprovecha mejor el espacio
Los cuartos de baño no siempre son tan grandes como nos gustaría. Pero teniendo en cuenta que un baño no sólo tiene que ser bonito, sino también funcional y práctico, existen algunas formas de aprovechar el espacio más eficazmente.
Por ejemplo, si tenemos un lavabo de pie, podemos encargar un mueble a medida. De esta forma ganaremos espacio para colocar utensilios de aseo sin ocupar un espacio extra.
También podemos optar por colocar estanterías encima del bidé, percheros detrás de la puerta o adquirir cajas, cestas, y otros elementos organizativos en los que guardar de forma más ordenada todos los objetos que utilizamos en este espacio.
Hay que tener en cuenta que la clave para ganar espacio en los cuartos pequeños es no poner demasiados muebles, sino elegir los más adecuados y funcionales. Otro consejo para ganar amplitud es pintar las paredes con colores claros que armonicen con el suelo y los muebles.
Cambia las paredes del cuarto de baño sin hacer obra
Podría suponerse que cambiar las paredes y el suelo del cuarto de baño es una de las partes que más tiempo y dinero conlleva; un engorro que muchas veces decide evitarse precisamente por estos motivos.
No obstante, existen soluciones muy económicas y rápidas como los azulejos vinílicos para baño. Estos están fabricados con un material resistente a la humedad que imita acabados como el mármol o la madera. Estos cuentan con la ventaja de cambiar por completo el aspecto del baño sin hacer una gran reforma, aunque su durabilidad no será la misma que si se eligen otro tipo de azulejos y materiales de recubrimiento.