El ático sigue siendo la joya indiscutible del
mercado de la vivienda en España. Aunque el bajo también ha repuntado, las últimas
plantas están mucho más cotizadas. El portal inmobiliario www.pisos.com ha vuelto a
enfrentar estas dos tipologías. El ático tipo en España tiene un precio de 275.735 euros
y 118 m², mientras que en 2017 costaba 258.876 euros y tenía 102 m² de superficie. El
incremento de precio interanual es del 6,51%. En cuanto al bajo estándar, el precio
medio actual se sitúa en 143.891 euros por 85 m². En 2017, la relación fue de 139.058
euros y 99 m². El precio ha subido un 3,48% en un año. En cuanto a la distribución, los
bajos repiten frente al año pasado, con dos habitaciones y un baño. Por su parte, los
áticos suben de dos a tres habitaciones y de un baño a dos.
El comprador que desee disfrutar de buenas vistas deberá gastarse un 92% más que
aquel que se conforme con la planta baja, un porcentaje superior en seis puntos al del
año pasado. Por su parte, los bajos pasan de ser un 46% más baratos que los áticos a
un 48%. En cuanto al peso de ambos tipos de vivienda dentro de la muestra del portal,
la presencia de áticos se ha mantenido, mientras que la de los bajos ha caído frente al
año pasado. Si en 2017, los bajos y los áticos representaban, respectivamente, el 3% y
el 5% sobre el total de anuncios publicados en venta, en 2018 esta relación es del 3%-
2%.
Según Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, “el ático es un valor seguro que,
en momentos de incertidumbre, puede bajar de precio, pero de forma poco significativa.
Sin embargo, en momentos de optimismo, como el que vivimos en la actualidad, su
recorrido al alza estará por encima del de cualquier otro piso”. El portavoz del portal
inmobiliario señala que “los bajos no pueden competir en luminosidad y privacidad con
las últimas plantas. Es una tipología que suele tardar en venderse en comparación con
el ático, que siempre cuenta con demanda interesada, por lo que la operación suele
cerrarse antes”. Hay que recordar que el estudio no considera los bajos con jardín en
urbanización privada, que sí serían un producto exclusivo y de un perfil más alto.