El look vintage se reconoce tanto en la moda como en el diseño de interiores como la recuperación y restauración de elementos de otras épocas para aplicarlos a la actualidad. Desde un mueble a un vestido, consiste en sacar del trastero un complemento que fuera de tus padres o abuelos, darle una mano de limpieza y un par de remedios o manos de pintura, y empezar a usarlo de nuevo.
Este estilo sigue unos continuos altibajos en tendencias y mientras que hace unos años no se quería nada de producción anterior a los 90, en la actualidad los complementos de los años sesenta y setenta se están revalorizando. En este sentido, los rastrillos, mercadillos y tiendas de segunda mano son nuestros mejores aliados. Si te gusta el vintage y estás en Madrid (o tienes pensado ir), prueba a pasar la mañana del domingo en el Rastro. Encontrarás cámaras antiguas, máquinas de escribir, cubertería y vajillas, cuadros, relojes o accesorios decorativos a muy buen precio y bien conservados. Sin embargo no es la única ciudad, Barcelona o Granada, por ejemplo, cuentan con muchos locales que ofrecen este tipo de productos.
Uno de los objetos favoritos del estilo vintage son las maletas de viaje antiguas. Prácticamente todos nuestros abuelos tuvieron una; así que son muy comunes en los trasteros y garajes. Su atractivo principal se debe a su maleabilidad, ya que pueden ser reutilizados de muchas formas; aunque en pocas ocasiones con su cometido original, ya que viajar con una de esas maletas a día de hoy no es nada práctico. Sin embargo, son unos elementos estéticamente atractivos y con una función útil; ya que su concepción no deja de ser: “Un objeto resistente en el que poder meter cosas dentro”.
De modo que las maletas de viaje han sido los juguetes favoritos de todos los aliados del estilo vintage; pero en especial de esos que también son fans del DIY y el bricolaje. Ya que a tener que buscar una labor nueva para este objeto, las mentes se han despertado en busca de opciones. ¿Qué os parece si le echamos el ojo a algunas de ellas?
MESAS Y MESITAS
Es tan simple como ponerle patas a la maleta para construir una preciosa mesita vintage. En función del tamaño de estos dos elementos, podremos construir una mesa de un tipo u otro. También existe la opción de no ponerle patas y simplemente hacer una pila de maletas (una opción muy interesante como mesita de noche) o dejar la maleta como una mesa baja colocando un cristal encima.
ESTANTERÍAS
Desde acumular maletas una encima de la otra a dejar una maleta abierta con estantes dentro, pasando por maletas cortadas colocadas en la pared; podemos construir una estantería con un poco de maña y una o varias maletas antiguas. Lo que parece ser una tendencia es usar la maleta como estantería de baño, para lo que lo único imprescindible es incluir un espejo.
SILLONES
Pocas cosas hay que aguanten más que las maletas antiguas. Y es que una generación entera de migrantes necesitaban cargar la mitad de su vida para irse a buscar suerte, y lo que menos podían permitir es perder sus cosas por el camino. Así que sentarse sobre una maleta, es el menor de los problemas de estos complementos tan duros. Si se te da bien el tapizado y la carpintería, adelante, esa maleta guardada puede ser un interesante silloncito en el salón.
OTROS MUEBLES
Desde botelleros a escritorios, pasando por cómodas que usan maletas como cajones, convertir una maleta (o varias) en una obra de mobiliario es una opción muy interesante para los fanáticos del vintage.
ACCESORIOS
Con un elemento tan atractivo y dinámico como este, las opciones decorativas son muy variadas y hay tantas posibilidades como ocurrencias. En muchas ocasiones, se deja la maleta tal y como se encuentra como mero elemento decorativo; en otras, se altera su funcionalidad con un poco de mano de obra. En cualquier caso, la estética es atractiva y marca el estilo decorativo.
PARA LAS MASCOTAS
Como siempre, las mascotas se convierten en nuestros compañeros favoritos cuando hablamos de decoración porque siempre nos dejan decidir. Internet está plagado de ideas sobre cómo construir camas para perros o gatos con maletas viejas; y es que el resultado es, cuanto menos, adorable y tierno.
(Imágenes vía Pinterest)
