Ya hemos hablado en artículos anteriores de algunos consejos para ordenar los libros en casa o los lugares predilectos para alojar una biblioteca; pero los libros se siguen acumulando y las estanterías están cada vez más llenas.
Si hay algo que todos odiamos es que los libros que tenías perfectamente ordenados y colocados en el estante se caigan. Y para evitarlo sólo existen dos soluciones: o llenas todo el estante de libros para que estén apretaditos y no puedan caerse, o colocas un sujetalibros.
El mundo de los sujetalibros es interminable. Podemos encontrar de todos los estilos y todos los precios; más o menos originales o decorativos. Si queremos la absoluta sencillez y discreción, existen sujetalibros transparentes que no pretenden llamar la atención en tu estantería. Pero como entre nosotros nos encontramos unos cuantos amantes de la decoración, no vamos a desperdiciar la oportunidad de usar este accesorio decorativo.
Las opciones son tantas como estilos y los estilos son tantos como gustos. ¿Te gusta lo clásico? ¿Prefieres algo más moderno? ¿Mejor algo divertido? Y si eres de los que adora las historias que salen de los libros, algunos sujetalibros tienen motivos literarios preciosos que no dejarán indiferentes a los amantes de la lectura. Busques lo que busques, es muy fácil encontrar el sujetalibros que mejor encaja con tu estantería, así que haz una búsqueda rápida en tus tiendas de decoración o favoritas.
Pero aunque sean fáciles de encontrar, en ocasiones los sujetalibros tienen un precio desorbitado para la labor que realmente ejercen. Por este motivo se suelen usar otro tipo de objetos para sujetar los libros. Jarrones, peceras o lámparas pueden ser buenas ideas.
Sin embargo, si te gusta el DIY puedes plantearte crear tu propio sujetalibros. A fin de cuentas, es una forma muy económica y entretenida de echar la tarde y tu estantería agradecerá el esfuerzo. En este sentido, Internet está plagado de ideas y opciones, pero hemos querido buscar algunos curiosos y no demasiado complicados para que todos podamos hacerlos.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la madera puede ser tu gran aliada. Con unos tablones finos, una sierra, lija, clavos o pegamento y algo de pintura, puedes diseñar una forma sencilla y discreta; pero que funciona a la perfección es espacios minimalistas.
Si buscas algo más detallista o colorido, puedes añadir a esta misma madera (o cualquier material que sirva de peso para sujetar los libros) algún elemento decorativo. Suelen ser un ejemplo habitual los muñecos de plástico pintados (o incluso recortados por la mitad y divididos en dos tablones) porque le dan mucha vida a los espacios.
Sin embargo, cualquier objeto de un tamaño pequeño o medio puede ser pegado a una superficie o cortado por la mitad y convertido en sujetalibros, así que no tengas miedo si se te ocurren opciones más descabelladas. Piensa que si queda bien en la estantería, será un elemento decorativo original y único que afianzará el estilo de tu hogar.
Una opción que nunca falla y siempre llamará la atención, es el vinilo. Los discos antiguos son muy fáciles de moldear porque sólo hay que mojarlos en agua hirviendo y posteriormente dejarlos secar. Se mantendrán con la postura que tú les impongas y no se romperán fácilmente. Por lo que si te gusta la música, este elemento decorativo es perfecto para tu estantería.
Ya puedes empezar a ordenar tus libros con la ayuda de estos accesorios. Tus estanterías son elementos muy llamativos y las visitas se darán cuenta de los complementos, así que ten cuidado con los sujetalibros que decides utilizar y ten siempre en cuenta la línea general de tu estilo decorativo.
(Imágenes vía Pinterest)