La cortina es un elemento decorativo por excelencia, presente en la historia de la decoración a lo largo de los años que ha conseguido adaptarse y sobrevivir al paso del tiempo, ya que a parte de su función estética cuenta con una funcionalidad práctica, y es que ayudan a resguardar de la luz natural y protegen de miradas indiscretas del exterior.
Las cortinas están dentro de los elementos decorativos que nos ayudan a dar un nuevo aire a la decoración de nuestro hogar. En otras ocasiones hemos mencionado algunos trucos o el uso de elementos como los cojines para conseguir ese cambio esperado en nuestra sala. Siguiendo una serie de reglas y consejos, podemos conseguir un nuevo estilo gracias a las cortinas.
Cada estancia tiene una funcionalidad específica, por lo que tendremos que no podemos seguir los mismo parámetros a la hora de elegir las cortinas para toda la casa.
Podemos comenzar diferenciando entre los tipo de cortina que nos podemos encontrar.
– Estores. Son aquellas cortinas que se despliegan verticalmente. Suelen ser más utilizados para tamizar la luz que para impedir su entrada. En el mercado actual encontramos gran variedad de teidos y acabados.
– Enrollables. Dependiendo de su material pueden bloquear completamente la luz o dejar pasar una luz filtrada. Utilizan un mecanismo de muelle para enrollarse alrededor de un pasador.
-Venecianas. Por lo general, suelen estar fabricadas con laminas de madera o pvc. Su mayor característica es que estas láminas se pueden girar dependiendo de la orientación de la luz solar. En el mercado podemos encontrar una gran variedad de colores y estampados.
-Visillos. Dejan pasar una mayor cantidad de luz. Son un tipo de cortina muy flexible que se adapta a casi todas las necesidades. Las cortinas van montadas sobre unos rieles, lo que hace posible su movimiento. Podemos incluir diferentes formas y complementos.
En cuento al tamaño de las cortinas, tenemos que tener en cuenta algunos factores. No existe una medida mejor o peor, sino que depende de las necesidades personales de cada casa.
Las cortinas largas suelen tener connotaciones de elegancia, y ayudan a crear sensación de amplitud. La elección también depende de las medidas de la estancia. Por ejemplo, si tenemos una sala con techo bajo, las cortinas largas colocadas lo más alto posible ayudan a crear un efecto para dan sensación de mayor altura. Con el techo alto, conviene colocar una cortina pegada a la ventana para que el techo parezca más bajo, y ya jugar con el tamaño de la cortina.
Imágenes (Vía Pinterest)