A pesar de estar hechos para estar en nuestro jardín o terraza, los muebles de exterior también necesitan cuidados para que luzcan siempre su mejor aspecto y alargar su vida útil.
Después de una buena limpieza, el tratamiento a aplicar dependerá del material del que estén hechos. Conviene renovarlos y protegerlos una vez al año para que sufran lo menos posible las consecuencias de estar expuestos a las inclemencias del tiempo, los hongos o insectos, la humedad, los cambios de temperatura, y el abrasador sol.
Los muebles de madera, los más habituales de teca o iroco, son resistentes pero con el tiempo se deterioran por todas estas causas naturales y prácticamente inevitables. Lo más idóneo es guardarlos durante el invierno en un lugar fresco y seco, y en verano limpiarnos con un jabón neutro, aplicar vaselina a las visagras metálicas, y una capa protectora a la madera con un producto específico como aceite de teca, linaza o lasur. Además de nutrir este material natural, evitará grietas y la pérdida de intensidad del color que suele tornarse grisáceo.
Para las fibras, tipo ratán o bambú, de plástico o resina, nos costará un poco más de tiempo quitarles el polvo. Con un aspirador o esponja con un poco de agua y sal, quedarán nuevos. A continuación un barniz incoloro de exteriores hará el resto.
El hierro y la forja también son habituales para el exterior a pesar de que la lluvia puede hacer especialmente mella en ellos. No tendremos más remedio de si aparece óxido, lijarlos, lavarlos y una vez secos aplicar un antioxidante tipo pintura, barniz o esmalte.
También necesita mantenimiento el acero inoxidable, el cual se debe limpiar con un jabón suave y un ácido ligero evitando esponjas abrasivas. Un aceite protector como preventivo completará su mantenimiento.
Si contamos con muebles de obra, estos también sufren manchas y dependiendo del clima, la lluvia y la humedad, serán su principal enemigo. Antes de encalarlos lo ideal es utilizar un tratamiento antihumedad contra los mohos. Y cuidado con los desconchones, estos tienden a extenderse. Así que para evitar males mayores debemos cuando antes taparlo con cemento y a continuación dar una capa de pintura antihumedad.
(Fotos vía Pinterest)