El baúl es una de esas piezas clásicas que no pasa de moda y que encaja a la perfección en el estilo retro, bohemio o vintage tan de tendencia, que devuelve protagonismo a objetos antiguos en ambientes actuales.
Como el arca o arcón, el baúl es un mueble que fue creado para guardar enseres o almacenar ropa de cama en las habitaciones. Aunque se diferencia de estos por su utilización en épocas pasadas como gran maleta en los viajes.
¿Qué secretos habrán albergado los viejos baúles de nuestros antepasados? ¿Qué países habrán visitado o aventuras acompañado? Quien tiene un viejo baúl puede decir que tiene un tesoro.
Con un poco de maña y paciencia podemos recuperarlo aunque se encuentre en mal estado. En Internet existen multitud de tutoriales para darle nueva vida o cambiar su aspecto con el objetivo de adaptarlo al estilo que deseemos.
Porque con el tiempo se han actualizado, pero siempre manteniéndose como un complemento además de práctico muy estético. En cualquier rincón puede tener cabida un baúl decorativo, que a su vez no servirá para mantener un poco de orden.
Rescatar del olvido un viejo baúl del trastero, limpiarlo y adecentarlo, puede procurar a nuestra decoración un detalle con mucha personalidad. Además de poder emplearse con distintas y útiles funciones.
Según su tamaño puede convertirse en una perfecta mesita auxiliar o mesa central en nuestro salón, o mesita de noche en el dormitorio. A su vez podemos ponerle en la parte superior un cristal para poder colocarle encima sin problema una lamparita, una planta o unos libros.
Si es grande, además de servirnos para guardar un montón de cosas, puede hacer las veces de taburete o sofá, colocándole algunos cojines encima. Como cómoda o aparador también puede muy provechoso en la habitación, ya sea en una esquina o a los pies de la cama. En definitiva conseguiremos un espacio de almacenamiento extra que siempre viene bien para múltiples usos, además de contar con una pieza bonita y versátil.
(Fotos Pinterest)