Esta conocida frase, “renovarse o morir”, se atribuye al filósofo y escritor Miguel de Unamuno, concretamente a su cita “el progreso consiste en renovarse”. La paremia que se popularizó del mismo hace referencia a la saludable necesidad de realizar cambios, en el contexto profesional o personal.
Recurrimos a este refrán porque estamos a comienzos de un nuevo año, un buen momento para fijarnos nuevas metas, y dejar atrás lo viejo o lo que nos incomoda. Si nuestro hogar no cumple su misión de hacer nuestra vida cotidiana más agradable y acogedora, si estamos aburridos de los mismos muebles y los mismos cuadros de siempre, una opción es la de llevar a cabo una renovación en su decoración.
Pero no se trata de hacer grandes desembolsos, cuando acabamos de dejar atrás la cuesta de enero. Proponemos cambiar el aspecto de su equipamiento, el lugar del mismo, e introducir pequeños detalles en tendencia. Un lavado de cara a nuestra casa que no hará resentirse a nuestra economía doméstica, pero que suponga dejar entrar una ráfaga de aire fresco a nuestra vivienda.
El primer consejo es, si es posible, mover de lugar el mobiliario. Quizás no sea viable si los muebles están hechos a medida o no contamos con mucho espacio. Pero el simple hecho de mover una butaca, intercambiar los ambientes de sitio, o colocar nuestro escritorio junto a una ventana, nos dará una nueva visión de la estancia.
Cambiar el color o los elementos textiles de los complementos tendrá mucho impacto. Tapizar el sofá o las sillas, cambiar las fundas de los cojines, poner cortinas nuevas o cambiarlas por stores o paneles japoneses más modernos, o una alfombra aportará una imagen totalmente renovada. Eso sí, los tonos más claros o neutros aportarán mayor amplitud y luminosidad. Entre las tendencias destacan los motivos geométricos y étnicos, los tejidos rústicos o naturales, y también los hechos a mano. De modo que saquen las agujas y anímense con el punto o el ganchillo.
Dar un nuevo color a las paredes puede tomarnos un poco más de tiempo pero también tendrá un gran efecto si lo que deseamos es una transformación radical. No tenemos que pintar toda la habitación, una sola pared de una tonalidad o estampado intenso bastará. Sin dejar de lado los tonos pastel, el color mostaza, el marsala, el verde, el azul o el marengo son los preferidos este 2015.
La pintura de pizarra, el washi tape, los vinilos o el papel, son otras alternativas más sencillas y de moda. Además hay una gran variedad de posibilidades en cuanto a diseños y precios, así como personalizados para cualquier estancia.
Por supuesto no debemos olvidar la iluminación. Buscar nueva ubicación a las lámparas, renovar su pantalla o incluso varias el color de las bombillas, es una solución fácil y económica. Las lámparas y el mobiliario colgante pisan fuerte esta temporada.
En cuanto a los cuadros, si tenemos una pared vacía o estamos cansados de ver siempre el mismo retrato o pintura clásica, podemos enmarcar algunas láminas o fotografías de distintos tamaños y crear una original composición. Si son en blanco y negro mucho mejor y no importará que sean de diferentes estilos para crear una zona retro o vintage. Puede ser una buena opción para un pasillo o zona de paso.
En cuanto a los complementos también podemos buscar en el baúl y recuperar alguna postal o recuerdo de algún viaje que nos traerá buenos recuerdos. Las plantas no pueden faltar en el hogar, tanto por estética como por los beneficios psicológicos que producen.
Y por supuesto, el reciclaje y el DIY, nos ofrece múltiples opciones para dar nueva vida a un mueble viejo o renovar alguno antiguo quitando su barniz original con decapante y pintándolo de nuevo. Un espejo, una araña, una cómoda o vitrina, parecerá totalmente nueva si le damos un color de moda como dorado o cobrizo. O por el contrario si la damos un aspecto envejecido y muy personal. Seguro que encontramos algún chollo en alguna tienda de segunda mano o el outlet de un anticuario, o por qué no, en el desván de nuestros padres o abuelos.
(Fotos vía Pinterest; decoración.facilisimo.com)