Una idea sencilla y muy original para decorar un rincón o una pared lisa, es utilizar como motivo un árbol. Podemos dejar crecer un frondoso ejemplar, cargado de flores, uno en plena caída otoñal de las hojas, o uno más básico y lineal formando una pequeña arboleda.
Su tamaño y forma dependerá tanto de nuestro gusto como del lugar que queramos cubrir. Lo idóneo es que le demos cierto protagonismo con espacio libre a su alrededor, para no saturar demasiado la habitación, o parezca agobiado entre el mobiliario.
Suelen utilizarse a menudo para adornar habitaciones infantiles, creando imaginativos y divertidos ambientes, que hacen las delicias con su colorido de los más pequeños de la casa. Pero también resultan muy acogedores tanto en salones como en dormitorios de adulto, en los que dan un toque muy personal, por ejemplo, dando forma a un creativo cabecero.
La opción más fácil y cómoda es la de emplear vinilos. En tiendas de decoración y bricolaje podemos encontrar muy distintos diseños entre los que elegir el que mejor combine con el tono de las paredes y los muebles.
Pero si queremos algo más exclusivo, lo ideal será apostar por crear nuestro árbol propio y único. Una vez elegido el diseño que más nos guste lo copiaremos en la pared usando un lápiz para crear guías que más tarde borraremos si no se cubren con la pintura. Si no nos convence la idea de dibujar a mano alzada, podemos elegir un diseño simple y lineal y ayudarnos de cinta de carrocero para ir dándole forma.
Ningún árbol es igual, de modo que no nos debe preocupar que sea exacto al original. También nos será de gran ayuda crear sellos o plantillas de papel o cartón para las hojas en varios tamaños, flores u otros elementos que se nos ocurra añadir.
Para el tronco podemos utilizar una brocha gruesa y varios tonos de marrón para que parezca más real, así como simular rugosidades, hendiduras y las curvaturas típicas de las raíces. A continuación las ramas pueden extenderse por la pared lateralmente e incluso también ascender hasta el techo, creando un efecto sorprendente.
Para las hojas también es conveniente elegir varios tipos de verde, ocre, o amarillo, y con un pincel más fino rematar los bordes de manera desigual para darles un aspecto más natural. La imaginación hará el resto y podremos completarlo con algún dibujo más de animales como pájaros, mariposas, ardillas o algún insecto revoloteando.
Y para impactar más aún nuestro árbol podrá integrar otros objetos como por ejemplo, unas repisas en forma de ramas, unos cuadros colgados de ella, unas guirnaldas o unos muñecos si se trata de una habitación infantil. Añadir elementos con volumen dará un resultado espectacular e interesante.
(Fotos vía www.1000detalles1000ideas.com)