La decoración navideña impregna toda la casa en estas fechas. Y acertaremos seguro si no nos olvidamos de cuidar especialmente los pequeños detalles. Aquellos que darán un toque diferente y original a los elementos de siempre, aquellos que no pueden faltar en estas fiestas pero que también pueden lucir un aire divertido y renovado.
Junto al árbol y el belén, cobra cada vez más fuerza dentro de la decoración exterior, la costumbre importada de adornar con coronas. Se trata de uno de los elementos más característicos en esta época del año con reminiscencias de su uso en las guirnaldas de la época romana.
El anillo o corona de ramas de árbol perenne decorado con velas era un símbolo en el norte de Europa mucho antes de la llegada del cristianismo, que al igual que con otras tradiciones acabó siendo integrada.
Los colores y materiales poseían una simbología original relacionada con la muerte y renacimiento del sol en invierno. El círculo como símbolo del tiempo reflejado en el ciclo de las estaciones; las ramas, significando la persistencia de la vida a través del elemento vegetal y la adoración al Sol como origen y fuente de la vida mediante la luz de las velas.
Como calendario previo al día de Navidad se empezaron a utilizar las llamadas coronas de Adviento, elaboradas con ramas de pino o abeto en forma de anillo, junto a cuatro velas. Con el paso del tiempo esta tradición se extendió y cobró usos seculares.
Cintas de colores, piñas, frutos secos, acebo, hojas…se fueron incorporando a estas coronas como elemento de bienvenida en la puerta principal o en un lugar privilegiado, como encima de la chimenea.
Hasta el día de hoy en que como otros protagonistas de la Navidad, se suman a las tendencias tomando nuevas formas y adaptándose a las distintas modas. Así podemos encontrar todo tipo de coronas de diferentes estilos y dentro del DIY, elaboradas con un sinfín de materiales.
Sin olvidar las coronas más naturales y rústicas, podemos realizar creaciones con objetos de lo más curiosos y sorprendentes. Desde las típicas bolas y espumillón, ovillos de hilo, pompones de lana, flores de papel, o cucuruchos de cartulina, a caramelos, fotografías, trozos de rollos de papel higiénico, pinzas, lápices, o corchos reciclados.
(Fotos vía labellecarte.com;wikipedia;decoración.facilisimo.com)