Un lugar adecuado y cómodo donde hacer la colada es un espacio imprescindible, y tanto más cuánto más amplia sea la familia y se acumulen con facilidad las prendas para lavar. En Europa, por lo general llevar la ropa a la lavandería, no es costumbre; y en concreto en nuestro país gracias al clima cálido y no excesivamente lluvioso, lo más normal es lavar en casa y tender al sol, con el ahorro que supone además no tener que utilizar la secadora.
Sin embargo, por problemas de espacio, las viviendas suelen prescindir cada vez más de una habitación para estas labores, normalmente exterior y a continuación de la cocina. Tener aunque solo sean unos pocos metros para este fin, separados del resto de la casa, es lo ideal En él además de un útil pilar podemos colocar el tendedero en días pasados por agua. Pero si no es el caso, es muy frecuente que no nos quede otra que lidiar con la tarea de integrarlo de la forma más práctica y también decorativa posible, especialmente si es office .
En primer lugar para una mayor higiene y evitar la propagación de molestos olores, lo más recomendable es guardar la ropa sucia en el cuarto de baño, ya sea una cesta, contenedor o auxiliar. Allí la podremos poner cuando nos la quitemos antes de tomar una ducha y solo la sacaremos para su limpieza.
Además así nos ahorramos este hueco en la cocina que podremos dedicar a almacenaje. En la parte baja se suelen situar los electrodomésticos: lavadora, friegaplatos, secadora…los cuales no son estéticos por naturaleza, de manera que intentaremos elegirlos en un color o diseño lo más similar posible al resto de la decoración de la cocina. Por ejemplo, en blanco si nuestros muebles son claros, en tonos acero para que todos los aparatos de cocina tengan la misma gama, o también hay fabricantes que ofrecen la posibilidad de elegir distintos colores en su catálogo.
Esto último puede resultar un tanto engorroso, ya que es difícil acertar con el tono, y en lugar de igualarse, desentonarán. Por ello es mucho más aconsejable, tanto por resultados como por economía, utilizar para decorar vinilos de cocina o washi tape. Un fácil DIY con el que conseguiremos dar un toque moderno, y personalizar al máximo nuestros aburridos aparatos de cocina.
Aunque quizás el modo más aconsejable para camuflar estos objetos voluminosos pero imprescindibles, es taparlos. Podemos optar por cubrirlos con una puerta, como el resto de los muebles de la cocina, de manera que quedarán totalmente invisibles y seguirán siendo igual de accesibles. Esta opción por supuesto, encarecerá nuestro propuesto, así que podemos optar por formas más económicas de ocultarlos. Por ejemplo, colocándolos en el lugar más escondido posible, aprovechando un espacio en forma de L, o debajo de una isla o mesa volada. Y si nuestra cocina ofrece la oportunidad de situarlos juntos en un rincón, podemos agruparlos, sobre estanterías y taparlos con una cortina a modo de separador. Creando nuestro rincón para la colada.
Una vez terminada su limpieza es mejor ubicar la ropa seca antes de plancharla en otro lugar, en un armario o mueble aparte para que no vuelva a absorber los olores de los alimentos. Y también alejada de los productos de limpieza con los que puedan mancharse o impregnarse de sus fuertes fragancias químicas. Y por supuesto deberán guardarse a buen recaudo en una zona preferiblemente alta de la cocina, fuera del alcance de los niños.
(Fotos vía Pinterest)