Con la bajada de las temperaturas llega el obligado cambio de armario y dentro del mismo, preparar nuestra cama para que la llegada del frío no nos pille desprevenidos. Puede parecer una cuestión obvia, pero a menudo no caemos en la cuenta de la importancia que puede suponer estar bien tapados o demasiado abrigados, para conciliar el sueño. Una temperatura idónea es imprescindible para un buen descanso. Por eso es fundamental elegir el edredón o colcha que más se ajuste a nuestras necesidades, teniendo en cuenta el clima de nuestra región y si somos más o menos frioleros.
Se trata de una cuestión muy personal, pero los edredones nórdicos podría decirse que se han generalizado como la opción más demandada para las estaciones invernales, frente a las posibilidades más tradicionales. Nadie duda de su comodidad a la hora de hacer la cama, y de su capacidad de guardar el calor, con la ventaja que supone no tener que cubrirnos con tres o cuatro capas de pesados cobertores y mantas.
Además suelen ser bastante económicos, son lavables, antialérgicos, transpirables, ligeros y más confortables que los clásicos. Plumas, plumones, Iyocell…son solo algunos de los materiales, naturales y sintéticos, de la amplia gama de rellenos entre los que podemos elegir. En climas fríos se recomiendan los naturales, que retienen más el calor, y usar gramajes superiores a los 200g/m2; mientras que en climas suaves es suficiente con la mitad y los sintéticos aportan la calidez suficiente.
Son muchas sus ventajas, tan solo se trata de elegir el que más se ajusta a nuestro nivel térmico y por supuesto a la decoración del resto de nuestra habitación. Tan importante es acertar con el diseño de la funda que elijamos como contar con una ropa de cama adecuada, que vaya en su misma línea.
La opción con la que siempre acertaremos es la de elegir colchas o nórdicos en tonos neutros o colores suaves que sean fácilmente combinables, no pasan de moda y serán amables tanto en verano como en invierno.
Los cojines sin embargo pueden darnos más juego. Con ellos podemos aportar un toque de color o contraste con estampados más atrevidos, romper la simetría, y completarse con una manta de apoyo a los pies de la cama. Los diseños que encontraremos en el mercado van desde los más clásicos hasta los más vanguardistas, para que podamos adaptarlos por completo al estilo de nuestro dormitorio y que por supuesto, resulten acogedores y toda una invitación a caer en los brazos de Morfeo.
(Fotos vía Pinterest.com; hola.com; facilisimo.com)