Hacer de nuestro hogar un lugar más fresco y confortable en la calurosa época estival, puede ser entre diversos factores, una cuestión de colores. Para disfrutar de un “Verano azul”, como la famosa serie de tv de los 80´, recomendamos elegir algunas de sus distintas tonalidades. El azul combinado especialmente con el blanco, nos dará amplitud y frescura, como la del mar o como “la Dorada”, el inolvidable barco de Chanquete.
Calma, concentración, armonía, tranquilidad…todo son buenas sensaciones las que produce dependiendo de sus diferentes matices: azul francia, klein, navy, cobalto, marino…son las más habituales entre las más oscuras; y celeste, turquesa, aguamarina…las preferidas entre las más claras.
En exteriores son más habituales las más agrisadas o verdosas. Y el añil se recomienda en terrazas o en el jardín, y es un imprescindible en la decoración árabe.Mientras que en interiores optaremos por las más suaves, ya que necesitaremos mucha luminosidad si no queremos empequeñecer las dimensiones de la estancia.
Lo que sí es encontremos es gran facilidad para combinarlo de forma elegante con beige, amarillo claro, ocres, violeta, gris…Es un color frío, perfecto para el verano, por lo que en zonas de costa o playa es la mejor elección.
Una de las grandes ventajas que tiene este color es que es ideal para todas las estancias de la casa (dormitorios, salones, baños, comedores, infantiles…) y para todos los elementos que forman parte de la decoración (paredes, textiles, accesorios, muebles…). Puede ser una buena opción para la restauración algún mueble antiguo, devolviéndole vida y aportando un toque de color al lugar donde se coloque.
Eso sí, puede resultar demasiado intenso, por lo que es aconsejable emplearlo en una sola pared, en papel pintado estampado o en complementos como tapicerías, cojines, cortinas o colchas. Es muy aconsejable también optar por emplear distintos tonos de azul para romper con la monotonía, y aportar un aire más desenfadado y divertido.
(Fotos vía pintomicasa.com)