Las plantas son un elemento decorativo fundamental tanto en interior como en exterior. A menudo se prescinde de ellas por temor a no acertar con los cuidados. No hay nada peor que la visión de una planta marchita.
Sin embargo existen muchos tipos, algunas de ellas se adaptan perfectamente al ambiente de interior y exigen atenciones mínimas. De modo que si nos tomamos algo de tiempo para hacer una buena elección nos compensará, porque nos aportarán beneficios estéticos a nuestro hogar e incluso psicológicos a sus moradores.
No lo dude y ponga una planta en cualquier habitación de su casa. Le ayudará a crear un ambiente relajado y armónico. No en vano se colocan estratégicamente en centros de trabajo con el objetivo de reducir el estrés y aumentar la eficiencia laboral. Las distintas gamas de verde se caracterizan por aportar calma y serenidad, al contrario que la combinación de flores con tonalidades de colores fuertes. Y entre otras ventajas, reducen el polvo y dióxido de carbono, así como aumentan la humedad.
En cualquier caso evitaremos ponerlas cerca de fuentes de calor como radiadores, estufas, electrodomésticos o corrientes de aire. Tendremos que tener muy en cuenta las condiciones de luz y temperatura. Optaremos por aquellas que necesitan poca luz como la Fitonia, Aspidistra, Espatifilo, Alocasia, Ciso, Sanseviera, Caladio, Calanchoe, Calatea, Peperomia. O por Cactus o las Plantas Crasas, ideales si por el contrario la luz es intensa. Mientras que en zonas secas se dan bien la Echeveria, Agave victoriae-reginae, Opuntia, Mamilaria, o el Ferocactus. Cultivar plantas aromáticas como albahaca, cebollinos y orégano en pequeñas macetas es una buena opción para la cocina; y en los baños los helechos se adaptan a ambientes cálidos y húmedos.
Estéticamente contaremos con una gran variedad de posibilidades para aportar color con sus hojas y flores, en consonancia o contraste con el resto de objetos decorativos y mobiliario. Una planta enriquece siempre la estancia dándole un aire natural, acogedor y también actual. Son capaces de cubrir huecos, suavizar rincones y limpiar el aire.
El lugar donde las coloquemos y cómo las coloquemos también será fundamental. Colgadas suspendidas en el aire, en el suelo, en pedestales o estantes, crearán efectos distintos. Al igual que su continente: cestas, maceteros, u objetos reciclados le darán un toque diferente. Podremos hacer más interesantes especies sencillas o por el contrario dar sobriedad a otras más llamativas.
(Fotos vía ABC.es y verynicethings.es)