Reunir en un solo artículo todas las opciones que podemos dar a un simple bote de cristal o lata no es el objetivo. Son infinitas las posibilidades, tantas como nuestra imaginación y la tendencia del DIY (Hazlo tú mismo) nos brinda. Reciclar y decorar de una forma económica y original son los fuertes de esta invitación a dar una segunda oportunidad a los tarros que tengamos en casa.
De mermelada, verduras, conservas, potitos infantiles, zumos, refrescos, yogures…En la variedad está el gusto. La combinación de sus distintos tamaños y colores puede ser un punto añadido. Se acabó la tela de cuadros y el cordel. Puede quedar bien para las conservas de la abuela o en un ambiente rústico. Pero si lo que queremos es innovar, podemos dar usos múltiples y apuestas arriesgadas con las que sorprender y por supuesto presumir de una decoración solo nuestra.
En la cocina es donde tradicionalmente más juego han dado los botes, pero en lugar de esconderlos en la despensa o muebles, podemos darles protagonismo en repisas o estanterías: legumbres, pasta, galletas, especies, chuches…Tan solo tendremos que pintar la tapa o etiquetarlos para que el colorido interior, de distintas formas y texturas, haga el resto.
Para los peques de la casa es una fantástica opción jugar a decorarlos con ellos y que puedan servirles para meter sus pinturas, globos, clips, canicas, o juguetes pequeños… Será una forma de pasar un buen rato haciendo una manualidad sencilla y divertida, además de ganar orden.
Para los más atrevidos y aficionados a las manualidades más elaboradas pueden encontrar una gran variedad de ideas con goma eva o decopaug. Con un poco de maña y paciencia los resultados son muy profesionales.
Cintas de colores o adhesivsa en distintos estampados, forrarlos con papel, tela o prendas de punto recicladas, o pintarlos por dentro con spray o pinturas en distintas tonalidades les dará un aspecto totalmente diferente y curioso. Rellenos de sal y tiza de colores haciendo dibujos, con agua y unas flores aromáticas a modo de florero o colgados como portavelas.
En cualquier rincón del salón, dormitorio o incluso cuarto de baño llenos de arena, piedras o conchas que recojamos en la playa, nuestros botes tendrán una nueva vida como detalles diferentes, baratos y fáciles de elaborar. Y por supuesto en el jardín o terraza quedarán genial ya sea como pequeñas luminarias o maceteros, dando un toque de intimidad o alegría según elijamos.
(Fotos vía theforge, sevenohfive, facilissimo.com, imagenesdecocinas.es )