Las fiestas navideñas son sinónimo de luz y color. En las calles y comercios la iluminación cobra un protagonismo espectacular, que a menor escala se cuela también en pequeños detalles en nuestros hogares.
En el mercado encontraremos opciones para todos los gustos, tanto para interior como para exteriores. Pero también podemos optar por crear nosotros mismos pequeños adornos para iluminar nuestra casa, con el consiguiente ahorro para el bolsillo y además reciclando.
Junto al árbol de Navidad, sobre la chimenea, en una bandeja como centro de mesa o en una estantería, su tenue luz aportará un toque muy hogareño y acogedor. Los farolillos y portavelas son la opción más fácil, y además permite muchísimas formas de aplicar manualidades para su ornamentación.
La primera opción es utilizar como faroles objetos de vidrio reciclados, como botellas, copas, jarras, botes, vasos de yogurt, tarros de conservas…Con ellos podemos hacer distintas técnicas de DIY como decorarlos con retales, restos de puntillas, lazos, cintas, botones, hojas de pino y piñas secas, o incluso washi tape. Solo tenemos que recortar los típicos motivos navideños como estrellas, nieve, campanas…y pegarlos con pegamento.
Otra posibilidad es pintar los botes dejando tan solo el motivo festivo por el que nos decantemos, o cubrirlo con pintura de nieve y añadirle distintos figuras con cartón o fieltro. Podremos crear simpáticos muñecos de nieve, de Papá Noel o la Reyes Magos, que harán las delicias de los más pequeños.
También para decorar el árbol o exteriores, podemos crear guirnaldas con latas de conserva. Esta decoración requerirá un poco más de paciencia y pericia, porque una vez limpias y sin restos de etiquetas, deberemos realizar pequeñas perforaciones con abrelatas o algún objeto similar, creando dibujos por los que saldrá la luz. Después podremos pintarlos con algún tipo de aerosol en distintos colores, y ya solo faltará colocar las velas y colgarlos.
(Fotos vía decoración.facilismo.com; decoralos.com;eljardindelosueños.blogspot;pinterest)
