Las cajas de madera de son uno de esos elementos más versátiles dentro del DIY. Si ya hablamos de las posibilidades que ofrece el polifacético palé para hacer todo tipo de mobiliario, las cajas de fruta recicladas no se quedan cortas en versatilidad. Aquí tan solo aportamos unas ideas de las muchas opciones que podemos encontrar personalizándolas y creando prácticos, originales y económicos recipientes de almacenaje.
En primer lugar es recomendable proceder a lijar las cajas para eliminar cualquier astilla de la superficie y darles suavidad agradable al tacto. A continuación elegir un diseño que se adapte, o al contrario resalte en el lugar en que lo vayamos a integrar. Podemos dejarlas con un aspecto rústico, conservando su color original aplicando tan solo un barniz en tonos más oscuros que las envejecerá. Pero si queremos una transformación radical, nada mejor que colores vivos para darles vida y una útil segunda oportunidad. También dependiendo de su uso es posible forrarlas por dentro, para salvaguardar lo que coloquemos en ellas y hacerlas más divertidas y vintage.
La forma más habitual de utilizarla es en forma de estantería, sobre el suelo o colgada, tanto en horizontal como vertical. Podemos realizar distintas combinaciones de varias cajas y también aprovecharla como separador de ambientes.
Y cambiando su orientación también permitirá emplearla de mesita de altura media o baja. Y si le añadimos unas ruedas mejor que mejor, nos resultará mucho más cómoda como auxiliar, así como un perfecto cajón de juguetes y libros para los pequeños de la casa.
Como mueble zapatero, archivador, revistero, toallero para el cuarto de baño o jardinera en nuestra terraza, no dejarán de sorprendernos sus muchas aplicaciones tanto para guardar, clasificar y almacenar, como para dar un toque alternativo, y moderno a nuestra decoración.
(Fotos vía Pinterest, facilismo.com)
